Sara es una estudiante de medicina veterinaria que descubrió su altruismo a una temprana edad. Esperaba cumplir sus 18 años principalmente para poder hacer su primera donación de sangre.
“Me parecía algo muy bonito y muy enriquecedor, me llenó el espíritu y el alma donar”
Al enterarse del programa DarCélulas no dudó en participar, poco después de cumplir 20 años, aún cuando el programa no tenía una opción de inscripción en su ciudad, Medellín. En cuanto supo de la posibilidad de inscripción a domicilio, 2 años después, completó su proceso.
Ahora Sara hace parte de una comunidad de donantes de más de 3.000 inscritos, los primeros en Colombia en comprometerse en un registro de donantes de células formadoras de la sangre.
¿Por qué decidió inscribirse en este programa? Sus palabras fueron las siguientes:
“Me pareció supremamente interesante y supe que esto es lo que quiero hacer, quiero salvar vidas de personas que verdaderamente lo necesiten, yo quiero darles esperanza”
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Hacer parte del programa DarCélulas es comprometerse a donar a futuro y la esperanza de los pacientes está puesta en ese compromiso de los donantes. El momento de la verdad llega cuando el donante es llamado y responde nuevamente “sí” de cara a la donación.
Los valores que le permiten a Sara mantener este compromiso son el optimismo y la esperanza que se genera en el donante tras ayudar a alguien que lo necesita, incluso sin conocerlo; experiencia que ya conoce tras ser una donante frecuente de sangre.
Su mensaje para la comunidad de donantes DarCélulas fue: “Los invito a que no pierdan el impulso, que no se desanimen en ningún momento y que siempre esperen el llamado alegres como en el primer momento”.
Por: redacción IDCBIS